Hay cientos de formas de participar en el servicio comunitario, según sus habilidades e intereses. Algunos ejemplos comunes de servicios comunitarios incluyen: Trabajar con escolares: dar tutoría a los niños después de la escuela, recolectar útiles escolares para donar, plantar un huerto escolar. Trabajar con personas de la tercera edad: visitar a los residentes de un centro de jubilación, entregar comidas a las personas de la tercera edad y llevarlos a sus citas. Mejorando el medio ambiente: Realización de un concurso de reciclaje, plantación de árboles, creación de un nuevo sendero en un centro de la naturaleza. Ayudando a personas de bajos ingresos: repartiendo comida en un comedor de beneficencia, recolectando ropa usada para ser donada, haciendo botiquines de primeros auxilios para refugios para personas sin hogar. Hay muchos beneficios de participar en el servicio comunitario y algunos de los más importantes se enumeran a continuación. Tener la oportunidad de ayudar